miércoles, 11 de marzo de 2015

El día en que Pancho Villa invadió Estados Unidos por Daniel Arnero




El 9 de marzo se conmemora la única invasión armada latinoamericana a Estados Unidos en toda su historia. Fue liderada por el “Centauro del Norte” Pancho Villa (José Doroteo Arango Arámbula) durante el año de 1916 bajo el contexto de la Revolución Mexicana, la ofensiva marchó en contra del pueblo fronterizo de Columbus, población fundada en 1891, con un censo de 700 habitantes (1915), ubicada a 45 km al sur de Deming, en el condado de Luna, Nuevo México.
Desde enero de 1916 Pancho Villa propone a Emiliano Zapata invadir Estados Unidos escribiéndole en una carta “Hemos decidido no quemar un cartucho más con los mexicanos y prepararnos y organizarnos debidamente para atacar a los americanos en sus propias madrigueras”, sin embargo, en perspectiva histórica, parece que Zapata jamás llegó a leer la misiva, empero Villa continuaría con sus planes y dos meses después atacaría Estados Unidos. (Fuente: Nosotros los Hombres Ignorantes que Hacemos la Guerra/Armando Ruiz).

El pueblo de Columbus fundamentalmente se trataba de un campamento militar fronterizo con 532 soldados y 21 oficiales del 13° batallón de caballería en torno al cual había crecido la localidad. La Tropa mexicana que ingresó a Estados Unidos estaba formada por una columna principal de 419 hombres, más los 105 Dorados (escolta de Villa) y los 65 jefes del Estado Mayor, en total 589 hombres, sin embargo, ni el Estado Mayor ni los Dorados intervinieron en el combate, la orden era que sólo lo hicieran en “situaciones muy apuradas”. En contraste, las cifras fueron exageradas por la prensa de la época e informes oficiales señalando hasta 3000 hombres Villistas en combate (Pancho Villa: Una Biografía Narrativa/Paco Ignacio Taibo II).

El objetivo general de la incursión era “vengar la traición del gobierno norteamericano” encabezado por Woodrow Wilson, esto por haber reconocido al gobierno de facto de Carranza y marginar a Villistas y Zapatistas, por permitir el paso libre de tropas oficiales mexicanas por Estados Unidos para atacar a Villistas por la espalda y por haber decretado la prohibición de venta de armas de fuego a fuerzas contrarias a Carranza (Visión Histórica de la Frontera Norte de México)
Los objetivos particulares eran más específicos: a) atacar la estación del ferrocarril, el telégrafo y el teléfono a cargo de Pablo López; b) el asalto al banco del pueblo por José Manuel Castro; c) el ataque al campamento militar comisionado a Fráncisco Beltrán; d) el ataque a los hoteles Commercial y Hoover por Ernesto Ríos; y e) la detención de Sam Ravel (emigrante judío lituano que vendió miles de cartuchos inservibles).

A las 4:25 de la madrugada se inicia el combate a los gritos de “¡Viva Villa!” “¡Viva México!” y “¡Yanquis jijos de la chingada!”. El asalto tomó por sorpresa a los defensores y habitantes del pueblo, el combate duró casi tres horas y los Villistas se replegaron a las 7:15. 

El saldo final fue 73 Villistas muertos en combate y 7 prisioneros que posteriormente fueron ejecutados. En contraparte murieron 17 militares estadounidenses y 10 civiles, subsiguientemente 12 gringos fueron hechos prisioneros en el contraataque norteamericano al ingresar a México tras los villistas. El pueblo fue quemado y terminó en ruinas.

Paralelo al ataque a Columbus, en el mismo año continuaron los ataques Villistas a Estados Unidos, el 7 de Mayo una partida de 200 hombres al mando de Plácido Villanueva saqueo el Rancho Deemer ubicado en las cercanías de Ojinagan, Chihuahua, y el 17 de junio otra partida Villista ataco San Benito en Texas e incendió la población.

Estas acciones junto con la incursión en Columbus, presionaron al gobierno estadounidense a instituir un ejército de 10,000 soldados que intervinieron nuestro país en busca de Villa mediante la Expedición Punitiva (14/mar/1916 – 7/feb/1917). Durante once meses buscaron inútilmente, pese a los sobornos ofrecidos o la nueva tecnología que recién se probaba en el campo militar (vehículos motorizados, camiones blindados, aviones, motos, dirigibles, etc.) nunca lograron capturar ni castigar a Villa (Pancho Villa: Revolución intervenida, invasión punitiva/Carlos Vigueras).

El futuro presidente estadounidense Dwigth Einsenhower y el famoso general de la primera guerra Mundial George Patton eran tenientes de la comitiva y fueron humillados una vez más por Villa al no poder siquiera localizarlo “Pancho Villa contempla y comenta: -Vinieron como águilas y se van como gallinas mojadas” (Memoria del Fuego/Eduardo Galeano).

A la postre Villa sólo pudo ser vencido a traición, pero su ejemplo aún es símbolo de lucha popular y defensa legítima del pueblo mexicano. Su nombre sigue causado aversión y temor a derechistas y a las clases acomodadas del país.
                                                            Daniel Armando Arnedo

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