Presentación del Boletín AFEHC No. 64 de marzo del 2014.
- Palabras claves :
- Espacio fronterizo, Municipalidades, Políticas económicas, Empréstito
- Texto íntegral:
- 1
A continuación se presenta un grupo de trabajos sobre la historia económica de El Salvador en el siglo XIX y principios del XX. Este es un tema que ha recibido relativamente poca atención durante las dos décadas pasadas. En una primera instancia este déficit relativo parece sorprendente. En los últimos años se ha producido un aumento considerable en el número y la calidad de los trabajos sobre historia de El Salvador, tanto obra de salvadoreños como de extranjeros. Las universidades salvadoreñas han organizado unidades especializadas en el estudio y la enseñanza de la historia lo cual ha contribuido a profesionalizar la producción local. Muchos académicos extranjeros se interesaron en El Salvador durante la década de los ochenta y mantuvieron su interés en el país. El renacimiento del estudio de la historia es un fenómeno de posguerra. Después de los acuerdos de paz cambió el clima intelectual con una atmósfera más abierta, la reincorporación al mundo académico de intelectuales que habían participado en la lucha armada y la renovación de la vida universitaria. Pero este fue (y sigue siendo) un periodo con una gran pregunta histórica que por cercana y crucial para comprender nuestro presente ha recibido enorme atención. Nos referimos, por supuesto, al conflicto armado y sus antecedentes inmediatos. Muchos de los autores que trabajan sobre el tema han dedicado la mayor parte de su atención a los años posteriores al golpe de Estado de 1979. De esta manera, hay temas cruciales que no se han estudiado con el detenimiento que merecen.2Tenemos entonces una historiografía con grandes desproporciones en la que las últimas décadas del siglo XX han recibido mucho más atención que el resto de la historia del país. La desproporción es particularmente seria porque antes del conflicto el estudio de la historia de El Salvador estaba muy rezagado y tenía grandes lagunas. Por ejemplo, tenemos escasa información detallada sobre la historia política y económica del siglo XIX o de principios del XX. Sin embargo, los historiadores coinciden en que las raíces más profundas de la guerra civil se encuentran en “el siglo diecinueve largo” esas décadas formativas previas a la gran depresión en las que tomaron forma las instituciones del Estado y del sistema económico, y lo hicieron de manera tal que perpetuaron un clima de conflicto social crónico.3Los años previos a la guerra civil dejaron una tradición historiográfica que, aunque con muy pocos títulos, es de gran valor para el estudio de la historia económica del siglo XIXlargo. Nos referimos a trabajos notables como los de David Browning y Rafael Menjívar. En parte debido a las principales corrientes teóricas de esos años (como la teoría de la dependencia) y a los debates al interior del país (las propuestas de reforma agraria) los trabajos que heredamos de la preguerra se concentran en su mayoría alrededor de dos temáticas: la apertura de la economía a los mercados mundiales y los cambios en la tenencia de la tierra.4Los estudios que se presentan a continuación retoman muchas de las inquietudes de esta tradición historiográfica a la vez que reorientan la atención hacia un estudio detallado de los mecanismos económicos internos y a la relación entre cambio económico, formación de Estado, y política de élites en un entorno de creciente desigualdad económica.5Estos artículos llenan vacíos importantes y, al proporcionar información detallada, contribuyen a enriquecer la conversación sobre la formación de ese Estado que en última instancia estaba destinado al fracaso. El innovador trabajo de Juan Carlos Sarazúa dirige su atención al espacio fronterizo entre El Salvador y Guatemala en los años posteriores a la independencia de España investigando las dinámicas de control territorial y las redifiniciones del papel del Estado en lo fiscal y lo militar. Por su lado, José Ricardo Castellón Osegueda analiza el papel de las municipalidades en el desarrollo de la red de caminos de El Salvador en un momento en que la centralización el poder en la capital todavía estaba pendiente. De esta manera su trabajo arroja luces sobre el proceso de la formación del Estado. Las políticas económicas del Estado liberal reciben la atención de Antonio Acosta con un análisis de las políticas económicas del gobierno de los Ezeta. Continuando en la línea de su obra anterior, el minucioso análisis de políticas monetarias y fiscales ayuda a comprender las estrategias y las dinámicas de los grupos de la élite económica. El trabajo de Roger Norori proporciona una dimensión comparativa al analizar el caso de las políticas económicas en Nicaragua en el período 1870-1926. Finalmente, Héctor Lindo-Fuentes proporciona datos sobre el oneroso empréstito de 1922, un aspecto poco conocido de las decisiones económicas tomadas por el gobierno durante la dinastía Meléndez-Quiñonez. Se trata de una documentada incursión en el estratégico – pero poco estudiado- terreno del crédito público y, específicamente, de la deuda externa, desde las perspectivas tanto interior como internacional del asunto.6Antonio Acosta y Héctor Lindo-Fuentes
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